lunes, 26 de diciembre de 2022

¡Un Presente de Antología!

 

¡¡¡Larga Vida a Juan El Portoventolero // Juan Y Su Horizonte, Tanto Monta, Monta Tanto.....!!!

Navidades son Tiempos extremadamente espirituales para mi, y son tan Buenos, que incluso en su parte tangible, Su Magia es asaz patente. En los hechos que traigo a colación, mucha de esa ilusión pueril ha tomado forma de libro, pues he podido adquirir una nueva antología que entre los relatos que le dan sustento, existen dos de mi magín.(en total son 53 aportaciones de 38 escritores)

Pertenece el citado volumen, a una serie de ediciones de un excelente concurso de la primera mitad de este año que expira[¡Menudo "Tintero de Oro"!], que se dedicó a diferentes autores. En lo que a mi toca, advertí la presencia de tal lid literaria tardíamente y con otro de mis muchos "doppelgänger", el celebérrimo......... 

....J u a n   E l  P o r t o v e n t o l e r o (¡¡¡Siempre conservando mi nombre verdadero, mas...unido a algún sobrenombre relativo a asuntos calificativos de mi rango!!!)A día de hoy, ser "Juan Y Su Horizonte" hace acopio nutricio de los anteriores sobrenombres que a lo largo de las décadas he gozado porque siguen marcando mi personalidad.

Ya desde mi incorporación, los resultados en el escalafón de los fallos del jurado, fueron saludables y dichosos, los correspondientes a la inspiración por Charles Dickens en concreto.(ahí tengo mi aportación de "Touché")Pero fue en unas cuantas siguientes, cuando por los meritorios resultados pude acceder a la impresión con otros compañeros participantes. Se trata de la edición de Dashiell Hammet -cuyo relato tenía que ser detectivesco y compuse "Andábata", cosa afortunada porque he trabajado el género y he leído al autor- pero especialmente, la edición dedicada a Mi Maestro, Edgar Allan Poe, de quien poseo T o d a  su obra poética y en prosa y quien tanto ha marcado mi vida, con mi aportación ...." E l   F a r o ". Merece la pena porque quede el primero de las diez menciones de honor (justito detrás del tercer podio, premio serio)Además, trabajé un aspecto muy poco conocido, en el cual aún menos autores a lo largo de las décadas hemos intentado humildemente aproximarnos a la genialidad Allanpoesca

"El Faro" es un muy poco conocido relato inacabado de Poe esbozado al final de su vida. No llega a las 700 palabras y para colmo, se descubrió a principios del siglo XX por el erudito Tommy Mabbot de Nueva York. Fue descomunal para el corpus general de  su obra. Y nuestro estudioso, a mitad de centuria, allá por 1953 le propuso nada menos a que a Robert Bloch, que en su siguiente edición de relatos de terror, incluyera una continuación de "El Faro". Así lo hizo, y aquello dio pie a una logia de "locos" que a lo largo de las décadas, minoritariamente fueron incluyendo en sus opúsculos una continuación del relatito no terminado de Edgar Allan Poe. A España tardó horrores en que llegara el tiempo en que alguien tomara el relevo de norteamericanos, y fue hacia mitad de 1990 aproximadamente, cuando se compuso la primera y eximia antología únicamente dedicada a "El Faro". Las personas más relevantes que cabe destacar son Juan Manuel de Prada y la gran Cristina Fernández Cubas. ¡Y después, este humilde servidor de las letras fantásticas y numinosas!

Tanta fue la pasión, que para mi bitácora y mis archivos privados, compuse incluso dibujo ilustrativo que rescato por la alegría de poseer ahora mismo el libro en mis manos...¡¡¡¡¡¡¡con el propio ....E d g a r  A l l a n  P o e  !!!!!!!




¡Arriba, como torrero único junto al fanal, estoy Yo!

 

 Procedo a compartir ambos relatos seleccionados y presentes en el volumen . El primero de ellos es A n d á b a t a ..





Velando un benemérito, pues comme il faut, La Guardia Civil está presente de manera testimonial




                                                                                           Andábata

Aquella noche disfrutaba un “Dyc” en “Riu Rau” mientras el camarero ponía mi cassette de Los Nikis, cuando irrumpió en la cafetería uno de mis correveidiles, Pumby. Espantadísimo me dijo que Trópat, el psicópata a quien nadie había visto, llamado así porque siempre bordaba macramé en el pecho de sus asesinados con un trócar patterson, estaría dentro de dos horas en una gallera clandestina cerca del Mercado Central. Pumby iba a esconderse para siempre, cualquier cosa antes de que el tarado más temido de Valencia le cobrase su testimonio.

Pagué y me fui tambaleante al abarrotado garito de apuestas. Pero si El Mal posee una mirada, fue aquella entre la multitud, y supe por eso que era el endeble sujeto envuelto en una gabardina sucia y negra a quien sólo se le veían los ojos. Él también me detectó y echó a correr por los pasillos subterráneos de la gallera, donde no había sino oscuridad perfecta. No sé lo sucedido. Sólo le oí decir con un siseo de ofidio “Cada gallo canta en su gallinero, el mío en el de todos”. A pesar de empuñar mi “Smith & Wesson” del 27, estaba muerto de miedo. Seguía tras él en la negrura, por acordarme de San Jerónimo cuando decía “Como el gladiador de ojos vendados que empuña la espada en la oscuridad”. En un momento la persecución discurría por otra coordenada “espacio-tiempo” a juzgar por lo escuchado de súbito:

    “Hic Est Noctem! Exit Nunc!” [“¡Ésta es La Noche!¡Sal Ahora!”]

A continuación, como si fuese una montaña rusa psíquica, nos precipitamos ambos -y pude agarrarle por el tobillo- en pos de esas palabras, cada vez más atrayentes. Sentí todo tipo de convulsiones y apremios, vahídos, disolución de mi propia materia humana con el deletéreo Trópat . Envueltos en miasma de color esmeralda y con la sensación de permanecer miniaturizados en el fluido, fuimos vomitados a los pies de unas vestiduras talares. Al compás de una execración ritual, alguien arengaba. Nos vimos restituidos a nuestra corporeidad original (siempre según un confuso carrusel de percepciones mentales enfermizas).

 

¡Cuánto Mal no atesoraría en su karma el maldito Trópat!. Lo había somatizado el demonio sumerio de un poseído, de forma que ambos habíamos reaparecido a través de su esófago en plena sesión de su exorcista, dándonos de bruces con tan buen páter. El hombre de Dios ni se alteró y rápidamente nos propinó canónicos hisopazos de linfa bendita. Yo sí reaccioné -además de vomitar todo el whiskey trasegado en “Riu Rau”- pero no Trópat, momento ideal para engrilletarlo y rogar al exorcista su crucifijo. Hice lo que mi detenido con su trócar: le puse la cruz en el tórax y permaneció marcado entre humo y olor a ácido sulfúrico. Y a todo esto, el ex poseído se levantó del suelo y le propinó a “Trópat” una fortísima patada en sus compañones. Después, genuflexo, besó las manos del sacerdote y se desmayó. Y vaya bilocación: ¡De la gallera lumpen a una capilla arzobispal!

 

Así es como detuve al criminal más huidizo y extremadamente peligroso que campaba a sus anchas por Valencia.

Este es el balance de mi informe confidencial a la jefatura superior (para homicidios, mi agencia está bajo la autoridad incuestionable del Cuerpo Nacional de Policía; para mi permiso de armas, La Guardia Civil), Dpto. de Asuntos Preternaturales. ¡Pero en esta especialidad tengo más experiencia yo como detective en Pandemónium!:

-Pumby rehace su vida con la mafia de la gallera.

-El ex poseído nunca más ha recaído y vive en un retiro espiritual continuo en el monasterio franciscano Sancto Spiritu del Monte, en Gilet.

-El exorcista ha sido condecorado con la medalla al mérito policial con distintivo rojo. Además, se le han proporcionado unas vacaciones pagadas en Tierra Santa para perfeccionar aún más su saber. Incluye un novedoso curso no catalogado en Megido, Jerusalén, sobre “Anatomía del Psicópata y su relación con El Ritual Romano: Cirugías y Misticismos Prácticos”. Además, se le ha nombrado “Geo del Sacerdocio” a título honorario.

Y yo, aquí estoy una noche más en “Riu Rau”, pertrechado tras una buena barricada de copas de mi whiskey, domándome para la siguiente razzia contra El Mal en cualquiera de sus formas. Aunque desde entonces, en ocasiones hablo sin querer en lenguas desconocidas (¿Beit musepo prosi?). Pero sigo siendo el gladiador de ojos vendados, Jeronimiano in pectore; si algo sé, es que este valle de lágrimas es una noche eterna a ciegas.

Y creo que mi informe detectivesco ha llegado demasiado lejos, pues he recibido una propuesta de La Santa Sede, ofreciéndome plaza de libre designación en el servicio secreto de La Guardia Suiza. Allí mis expectativas de inmunización contra el tártaro van a ser abundantes, y mi crecimiento interior… ¡Indescriptible!

No sé por qué intento aparentar dudas ante el paso de gigante profesional.

Resta únicamente acostumbrarme a dejar “Riu Rau” por cualquier trattoria del Borgo romano… Pero como dicen Los Nikis: “Siempre Dyc, nunca Johnnie Walker”. ¡No pienso cambiar de bebedizo, tendré que llevarlo yo!

 

 

Post Scriptum: ¡Ah! ¿Trópat?¡¡Mis Excusas!! ¿No lo he dicho ya? Sí, sí, está reseñado, por supuesto, y es top secret. ¡A su pesar… nuestro psicópata es el curso secreto en Megido! ¡¡¡¡ Ja, ja, ja, ja !!!!

                             ¡ ¡ ¡ L a u s    D e o  ! ! !  


[ Como le viene al pelo, voy a poner la canción de   Los Nikis    que cito en el detectivesco relato ......]


 






Y, naturalmente, " E l  F a r o "........



¡Siempre bajo la atenta mirada de Edgar Allan Poe!

¡¡¡ Kranion y Poe : Menudo binomio...y conmigo t r e s s s ...!!!



                         *El Faro*

 

                  

 

 

 

                      El día 4º. de enero de 1796


Hacia medianoche desciendo del fanal, por los ladridos.

Neptuno tendría que estar durmiendo, no hay tormenta.

Corretea asustado al sótano, estos cuatro días de mi destino torrero no bajé aún. Mueve la cola al verme. Permanece hocicado en una trampilla disimulada con maromas. Oculta unas escaleras que profundizan hacia un brocal. ¡Es agua dulce! Borboteos azules echan un hombre con raro atavío. Está inconsciente y trabajosamente lo acerco hasta la chimenea. Me causa respeto este faro, ahora sí, desde su entraña más íntima del sótano no falsea ser triste torre de tiza. Resulta que no estaba solo. Desprecio aprensiones y tras secar, darle friegas de alcohol y acomodar con ropajes, queda bien tapado y con Neptuno dándole calor. Sigue inánime. Mañana será otro día.


                                      5 de enero

Quizás cuanto auguraba De Grät sobre mi año de farero, se refería ambiguo a semejante enigma; el desconocido gracias a Dios tornó en sí al anochecer. Parece español, y suerte que aprendí cuando Orndoff y yo estuvimos en La Torre de Hércules enviados por Nuestra Corona. Y acaso loco, pues al mencionarle el día y año de Nuestro Señor, dijo vivir en el siglo XXI. Tras cenar y una copa de ajenjo, juró que pronto hablaría y volvió a dormirse. Neptuno no le quita ojo.

  


                                      6 de enero

 

       La incomparable aventura de Juan El Deán, año 2022

“Soy el jefe de mis veteranos, y nos reunimos después de bastante tiempo en el cigarral de Los Infantes, cuesta de San Servando. ¿Profesiones? Tenemos la vida resuelta, por trayectorias de nuestras familias, honradas fortunas de antaño, si bien han dado pábulo a disipaciones. Allí cenábamos los diez ante la nocturnidad del Alcázar. Después, durante el juego de naipes, con el acompañamiento de licores y los aditamentos que nos proporcionó Montresor, cada cual sugirió paseos en la oscuridad de Toledo para el goce de sus ultraterrenas y góticas arquitecturas. Siendo el decano de todos ellos, traspasado por mi soberbia, hice como si me retirara a mis aposentos del cigarral, pero descendí por el pasadizo secreto hasta el puente de La Degollada, cruzando el río Tajo con una barcaza.

Ebrio, debí andar hacia El Alcázar y me extravié luego por las inmediaciones de la catedral primada. En la calle del Pozo Amargo, todo se hizo oscuro y noté mi caída por algún subsuelo. Fue amortiguada, no perdí la conciencia. El lugar era circular, lo supe por una fosforescencia que delimitaba elipses a mi alrededor, y después una emanación, daba contorno a un péndulo gigante. Al principio me carcajeé, pero la resonancia en tal escondrijo me aterró: desconocía entradas y supuestas salidas; y eso que el badajo infernal permanecía aquietado. Escuché algo en mis pies y vi milagrosamente por los fulgores anormales descritos, abundantes ratas de ojos rojos, — muchas muertas pues sobre ellas se suavizó mi caída, — tan brillantes como llamaradas. Sus destellos y movimientos revelaron el centro de mi estancia y comprobé que era un pozo antiquísimo. Fue la primera vez que me moví, no tenía nada roto y al asomarme escuché el sonido del agua, cual ancestral exclamación, y a la par, brotó una luz, azul catarata de niebla, que sin embargo no desbordaba el nivel del brocal. En una piedra en el interior descubrí unas palabras grabadas: “E. P.” Experimenté cierto déjà vu, pero mi conmoción impidió recordar. Pronto tuve que decidir, las descomunales ratas me rodeaban.

Y me arrojé en pos de romper el abismo de luz…”




                           7 de enero

De Grät realmente sabía que este faro atesora fuerzas esquivas con nuestros pensamientos de oficiales de La Armada del Reino. El español y yo descubrimos su naturaleza de lugar anímico, ahora que sé cómo logró esta posición desde Toledo, en un siglo diferente al nuestro.

Es un hombre bravo, parece no importarle su pérdida de latitudes.

La vocación torrera me guía, pues somos Luz para los desamparados. Incluida para alguien tan independiente como el español:

                                      He tomado una decisión.

 



                    8 de enero

El encariñamiento de Neptuno con él lo aprovecharé, además es el perro designado por De Grät para nuestro faro (eso le irritará, me alegro, ante inspecciones dentro de un año). Anhelo el logro del sabueso cuando bucee guiando al español por la linfa espiritual del pozo este lubricán, con petaquita de ajenjo al collar perruno, reconstituyente si menester fuera después.  Emergerán ante el tétrico péndulo, una vez allí, Neptuno es un azote de ratas. La ciudad imperial de Toledo les aguarda en su siglo. Yo seguiré como adoro, solitario, fiel al océano.

Aún me reservo una sorpresa, contraviniendo las ordenanzas. No voy a darle el gusto a De Grät del poder del conocimiento. A medianoche, lastraré este diario por el pozo.

Gracias al español comprendo por qué los cimientos me parecieron comparables a tiza. El corazón del subsuelo es a la vez catarata y geiser de luz abisal, apenas reo del pozo. Mas…esta fragilidad me posee.

No es asentamiento para retener lo inconmensurable.

                Porque ese infinito es la encarnación de Última Thule.

                Y yo soy la ofrenda del faro.





Ambos Fareros In Pectore......



Seguiré gozoso y en mi horizonte, velando por lindes que no son de estas batimetrías, sabiéndome nefelibata, sobreviviendo con mis poesías y mis tortuosos escritos, que Dios Mediante espero no me falte alguandre la inspiración, en esta sidérea atalaya mía......





Paso Corto, Vista Larga y ....!


7 comentarios:

  1. Después, genuflexo, besó las manos del sacerdote y se desmayó. Y vaya bilocación: ¡De la gallera lumpen a una capilla arzobispal!

    Ya solo por estas dos frases, aplauso!!!
    Todos los que amamos a Poe y la escritura, hemos "seguido y terminado" El faro. Nos lo dejó a punto de caramelo; qué lástima que no pudiera terminarlo.
    Leí lo de Fernández Cubas. Una grande.
    Algún día iré a rendirle homenaje a Poe.

    Saludos, Juan.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. La verdad es que existen autores que producen adicción laudánica (¡je, je,je,jiii,ji, je,je...el homenaje se me vuelve a escapar, qué bien,je, jee,je!) De Cristina Fernández Cubas tengo todo en mi biblioteca, me seduce enfermizamente.
      ¡Es bueno saber que engrosarías los "Poe Toaster"!....
      ....s o m o s L e g i ó n ....je,je,jaaa,ja,ja,ja!!!!!!!
      Recibe Mis Consideraciones Más Navideñas y Distinguidas!!!!!!!

      Eliminar
  2. desde tu siderea atalaya Juan nos das en estas navidades una
    presente antologia de autores que desconocia , tt precioso relato
    Andabata lo lei en un suspiro , pues Poe es uno de mis preferidos
    escritores , los merecidos premios . asi como estos relatos por dias ,
    y dibujos tan peculiares de tu propia mano,seguidas por tan exclu-
    sivas ilustraciones dan cuenta de un perfecto escritor ,así como esa
    colección de Cristina Fernandez Cubas , mi enhorabuena por compartirlo con todos nosotros ...Juan te deseo feliz Adviento y un venturoso año nuevo , tu amigo .jr..

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Sabrosa Alegría que hayas estado entretenido con mi modesto compartir, lleno de emoción por mi amor a la literatura y a los asuntos tremebundos y enigmáticos!
      ¡¡¡Vuelvo a desearte todas Las Bienaventuranzas posibles por estas celebraciones tan religiosas, satisfactorias para Espíritus Anhelantes y tiernas!!!!!🙏

      Eliminar
  3. Ya tienes tu mejor regalo navideño ¿verdad?. Nada para un escritor que sus letras aparezcan en papel. Es un goce especial que tiene mejor sabor que una copa de buen vino. Te felicito Juan.
    Leí tus relatos, observé tus dibujos y solo me queda desear que las antologías continúen y que después llegues a tu libro personal. Será un grandioso día....¡Ah! y también tengo algo de Poe, no todo, pero lo he leído.
    Abrazos Juan y ¡Feliz año nuevo!

    ResponderEliminar
  4. Me alegro de ver que tus escritos sean apreciados incluso al enfrentarse a un jurado como es este caso, y que hayas tenido la oportunidad de ver tus palabras publicadas en un libro. Me he leído varias veces tus dos relatos, y me han fascinado ambos. Destaco por encima de todo que tu escritura refleja claramente esa personalidad que tú mismo dices exponer con tus pseudónimos. Me ha gustado mucho el toque de las clásicas historias de detectives en “Andábata”, que siempre me han interesado. De hecho el ambiente de ese relato me recuerda en cierta medida a una historia que leí hace tiempo perteneciente a Neil Gaiman (que también retrataba con fidelidad el ambiente decadente de un investigador privado) cuyo nombre ahora mismo no recuerdo. En cuanto a la de “El Faro”, su ambiente es totalmente distinto al anterior, pero igualmente fascinante. Sobre todo me llama la atención lo bien que retratas el medio hostil que supone un faro en pleno océano.

    Un saludo.

    ResponderEliminar
  5. ¡Muchas Gracias Maja! ¡¡¡ Y más gracias aún por traer a colación al Gran Neil Gaiman a quien yo también aprecio en demasía !!! Los argumentos detectivescos seducen o corrompen o excitan o...¡pero siempre son absorbentes y he andado tras ese husmillo muchos añitos! La verdad es que el hecho de tener estos dos relatos de manera peculiar publicados, es un lujo auténtico. ¡Pero qué decir de Poe : Ese sí que es mi verdadero M a e s t r o! y el haber continuado la estela de unos poquísimos afortunados en lo relativo al "Faro", satisface El Ego hasta estratos inconcebibles!
    Quedo aTus Pies, por el entrañable afecto con el que me brindaste este comentario tan avezado..
    ¡¡¡¡¡¡¡ Besos y Abracitos !!!!!!

    ResponderEliminar

Salutem Pluriman ! ! !

Abril Asilvestradamente Lunar

  Mi Asueto de Plenilunio Abrileño H o m e n a j e A L a L u n a L l e n a  de l M e s D e A b r i l