*
U n O t a c u s t a P s í q u i c o *
I.- “Saw you alone in the shade of the night” (*)
El buñuelo está sumergiéndose en mi chocolate a la taza. Es
inminente la dentellada en su delicia. Pero en la pantalla del celular aparece
“Flor de LIX”, mientras suena mi canción de Lauren Evans “Dream Awake”.
Es la jefa, requiriéndome en la oficina, aunque son las diez de la noche en
“Fabián”, mi buñolería predilecta.
En fin, no me supuso mucho tiempo acudir. Y va directa al grano.
—Mira Guido, esta mañana ha venido un hombre muy fervoroso, a
punto de jubilarse, que posee un establecimiento de imaginería religiosa, creo
que el que más tiene en cuenta el arzobispado y quiere una “jornadita” sobre su
esposa porque su carácter está irreconocible desde que acude a unos seminarios
nocturnos de la diócesis. Él está jodido por la gota y no sé cuántas cosillas
más y dice que si no, se encargaría a su propia discreción. No tienen hijos, me
cuenta, porque también habría puesto a alguno a indagar. Lo que nos proporciona
es muy sencillo; la mujer como puedes ver en la foto es resultona, agradable y
se la ve por la apariencia segura, también te digo que es diez años más joven
que él, así cualquiera, y todos los jueves acude a las nueve de la noche a unas
horas de convivencia y espiritualidad en la iglesia de San Esteban, en el casco
antiguo. El cursillo lo comenzó a principios de noviembre y este hombre, ya se
extrañó en Navidad por cambios en su carácter y, según sus propias palabras,
consistían en que por primera vez la sentía casquivana, impropio de quien acude
a asuntos de parroquia. Y es verdad que eso no cuadra. Ahora se ha enterado por un despiste del
sacristán en su tienda de pasamanería religiosa, que el próximo fin de semana
se va con los fieles a un retiro en el convictorio de dominicas del Barrio del
Carmen. Ahí es donde entras tú. ¿No conoces a la abadesa?
—¡Vaya Adelita! ¡¡Estás en todo!! Sí, es que tienen hospedería
monacal, y en mis tiempos de pastoral universitaria fue cuando la conocí,
también en un retiro. Con el paso del tiempo he acudido en ocasiones a
pernoctar allí para desconectar. ¡Deberías probarlo en vez de estar dando de
comer a los murciélagos a estas horas, mujer!
—¡Qué cachondo, Guido! A mí me cae algo de agua bendita en la
mano y se me funde la carne como a Drácula. Y a tus compañeros ya les he tenido
muy ocupados en diciembre. Desde que en el servicio militar estuviste de
asistente con el páter castrense, les has tomado la medida a todos estos
curatos y clerizontes. Sólo tienes que infiltrarte un día o acaso una noche,
nada de seguimientos ¿Qué me dices entonces?
—Dalo por hecho. Además, la sor se alegrará de verme y no
sospechará nada. Es que no te creas que acogen en la hospedería a cualquiera. A
mí ya me tiene conocido por católico practicante y tienes razón, que todo va a
ser como arrope calentado al humo de madera.
—Con el video del móvil y algunas instantáneas lo tienes hecho.
El resto de material técnico no lo vas a necesitar, ni la Citroën Kangoo para
apostaderos. Eres mi mejor “gadget”: ¡Con tal de que le des a la labia con la
monja y los del grupo que estén receptivos, en tu plan de monaguillo
escolástico! ¡¡Y nadie escucha como tú!! Llévate la foto de la esposa.
Llegué a casa cerca de la medianoche. Antes de acostarme busqué
en Google datos de la carpeta del caso que Adela me había dado. La mujer se
llama Berta W. B. Tanto ella como el marido no tienen nada indiscreto en redes,
excepto, claro, la página web de su negocio, que como me ilustraba Adela, es
muy reconocido en Valencia y solvente. Lo interesante eran los indicios del
retiro espiritual, porque aludía a qué confesión religiosa lo organizaba, y era
la primera vez que leía en mi vida algo al respecto. Se llama “Renovación
Carismática” y nació en Estados Unidos en 1901, con el apoyo de un tal W.
Seymour que en aquella época aglutinó unas cuantas experiencias de universitarios
católicos de las que rozaban en la catarsis, con mucho aparato de cantos
suaves, vivencias hipersensibles, oración desaforada y algunos picos de
fenómenos casi preternaturales como por ejemplo xenoglosia -parlotear
balbucientemente idiomas que no se conocen, de manera instintiva- y glosolalia
-confusión de expresiones hiperbólicas, lamentos jeremíacos y otros prodigios
vocales de todo tipo inducidos por un estado de trance- A pesar de mi querencia
hacia el mundo de ciencias religiosas, esto me ponía como un gato escaldado.
¡La cosa prometía! Para acabar, llamé a la hospedería monástica del convictorio
de dominicas (sé que apenas duermen estas religiosas) y después de la alegría
inicial de la sor al saber de mi- es de las poquísimas personas que está al corriente
de que soy detective-, reservé una celda para el fin de semana.
Mi último pensamiento antes de intoxicarme con las virtudes de
Morfeo, fue que de todos, mi jefa, la monja, mi objetivo designado en el caso,
incluso el marido temeroso (pues contaba con el apoyo a su negocio de la
beatería valenciana) el que como rezaba la canción de mi móvil , está…
“.. solo en el ensombrecimiento de la noche...”(*)
...era yo.
II.-Salmo
23, 6
Los Seres Místicos de La Noche, aparte de los presumibles, pueden materializarse en Los Impensables... |
El sábado a las 20,30 horas llegué andando desde mi casa al convictorio. Me recibió mi amiga, sor Estíbaliz. Nuestro abrazo fue casto, muy sincero y besé su anillo de desposada con La Divinidad.
—¡Ave María Purísima, Guido!¡¡Ovejita descarriada!!¡¡¡Cuánto
tiempo!!!
—¡Sin Pecado Concebida, Hermana! Mi alma empezaba a tener
carbonilla de deshollinador y me urgía empezar el mes de enero con ascetismo en
vuestras celdas individuales donde leer las escrituras, algo de San Benito y
castigarme con las disciplinas marca Acme.
Cuando me escuchó la broma sobre las disciplinas, se carcajeó
incluso.
—¡Cómo eres, a toda hora con chuflas! Pues mira, por ser tú. Da
la casualidad de que tenemos al completo la hospedería, pero te he reservado la
última celda, la del desván, en el ático, es la que utilizamos cuando recibimos
la visita aislada de un familiar solo. Es que están de retiro unas veinte
personas de la diócesis con un acogedor grupito de Renovación Carismática. No
conocerás esta corriente religiosa, en España no están muy extendidos. También
este fin de semana hay algunos huéspedes como tú, solitarios, pero son los
menos.
—¡Uy!¡Pues no! Tienes razón. De todas formas, si me autorizases
a alguna de las ceremonias que contemplen en la iglesia conventual, podría
ampliar mis conocimientos evangélicos.
Sor Estíbaliz no lo pensó mucho.
—¡Naturalmente Guido! Ahora a las nueve llegas a tiempo para la
cena, en el comedor grande. Después a las once de la noche creo que tendrá
lugar una de sus ceremonias características. Tú puedes pasar como si tal cosa.
Sabes que el resto de las dominicas y yo, lo único que hacemos es acoger a las
diferentes confesiones, pero nuestra clausura va siempre separada en el
pabellón antiguo y nunca compartimos con la gente de los retiros espirituales.
—¡Ah pues muy agradecido, Hermana! Ya sabes que todo me
enriquece.
Al poco, después de dejar mi pequeño macuto en la celda, bajé a
la cena. Ya se veían bastantes personas, -y eso me permitió pasar entre el
barullo muy discreto- toda gente muy apañada de las barriadas elegantes de
Navarro Reverter y La Alameda, muchas personas solas de edad madura en su
mayoría, comedidos en su alegría y cierto halo de melancolía también. Me situé
en una mesita apartada y pequeñaja. Casi instantáneamente se acercó una novicia
joven de las dominicas a servirme sopa de calabaza casera. Por encima de su
hábito, al otro extremo, tuve la suerte de ver a mi objetivo. Cuando se retiró
la hermanita a servir a otros, eché la primera instantánea. En verdad era como
decía Adela: Una mujer madura muy apetitosa. Se la veía de carnalidad rotunda,
pero atractiva. Muy bien vestida, llamaba la atención más que las otras mujeres
que la rodeaban en una mesa de seis. Me sentí incómodo por mis apreciaciones
lúbricas permaneciendo en un convictorio religioso. Luego en otras mesas, se
mezclaban más hombres y mujeres y en una del centro, dos sacerdotes cenaban
solos. Aproveché y realicé otra toma con mi iPhone, más que nada porque me
resultaban exóticos, aunque vestían como curas normales, pero tenían un aura
diferente, quizás más posesivo y huraño a la par.
Poco a poco me fui quedando solo, saboreando con lentitud el
segundo plato de merluza a la romana, para darles tiempo a que desfilaran y
visualizarlos a todos. Los poquísimos que restábamos, debíamos ser quienes
pernoctábamos el fin de semana por motivos ajenos al grupo numeroso. Ella se
fue con garbo y maneras.
Antes de subir a descansar un poquitín, cumpliendo con mi
costumbre de otras veces fui a las cocinas a charlar con Estíbaliz de lo divino
y lo humano entre calderos y perolas.
Ya en la celda, preparé una grabadora que es como me gusta
trabajar a mi-no la del móvil, que es un tostón- y me puse una chaqueta de
punto para no pasar frío y a la vez proporcionarme un aspecto familiar y
confiable.
Casi me quedo roque sobre mi lecho por la paz reinante, de
manera que bajé a la iglesia despistado y tarde. Estaba en los pabellones
primitivos del convictorio y se podía acceder sin salir al pensil monacal
exterior. En el rincón en penumbras de la derecha de las puertas de roble
viejísimo, una mujer consolaba a otra que lloraba como una magdalena. Parecía
sofocada de veras. Dije muy resuelto “¡Buenas Noches!” y sin esperar
autorización entré. La capilla iluminada con hachones estaba repleta con los
asistentes al retiro. En el altar los curas que vi en la cena imponían las
manos a personas que se aproximaban de los bancos, y otros laicos practicaban
esa gestualidad tenebrosa sobre ellos. Algunos caían desmayados y convulsionaban,
con discreción otros asistentes los sacaban por una portezuela lateral, en
tanto la comunidad, desde sus bancos, seguía cantando hipnótica. Entonces,
otros voluntarios entraban en el ara para ser purificados. Francamente, aquello
parecía un exorcismo colectivo. Me iba a ir, para razonar sin la claustrofobia
eclesial y sin miedo, cuando una mujer que parecía la gobernanta de todos me
abordó desde las sombras y me urgió autoritaria susurrando:
—¡Salterio 23, 6!
Gracias a Dios, en la captura de información de la noche
anterior en mi casa, había memorizado a qué se refería, y resulté convincente:
—“Tu amor y tu bondad me acompañan todos los días de mi vida”
—¿Quién le invitó a acudir?
—Sor Estíbaliz
Fue el único instante en que sonrió
—¡Bienvenido!
Retornó al grupo donde se sentaba, cuando vi a mi objetivo. Era
la asistente fija del sacerdote director espiritual que oficiaba el ritual de
sanación junto a la pila bautismal. Ella era la única persona que no imponía
manos a sus semejantes; incluso lucía como una sacerdotisa pagana: parecía
aspirar frente a los atribulados, las imprecaciones que salían de sus bocas,
pero sólo la de los casos más catárticos. Cuando lo hacía, ellos no se
desmayaban, parecían reponerse y regresaban a sus bancos. Creo que todos los
asistentes, a tenor de esta representación numinosa, sufrían padecimientos de
índole no catalogada y estos visionarios, con semejante puesta en escena
mesmérica, ofrecían simplemente un efecto placebo muy convincente.
Grabé todo lo que pude. Pero no iba a ser necesario. Así que
regresé a mi celda sibilinamente a sumirme en un merecido descanso tras cuatro
horas de casi ser un discípulo de los acólitos de las directrices exorcistas cual si fueran
las del gran Gabriele Amorth, El Príncipe de Los Exsufladores del Vaticano. Mi
provecho clandestino había sido el mejor: Un seminario gratuito sobre
Exorcismos.
III.- Ultílogo de la guisa de Lavoisier
El domingo temprano, me despedí de Sor Estíbaliz. Prometí volver
con más frecuencia y le agradecí sus desvelos. No le expliqué nada de la soirée
nocturna matizando que fue muy tierno.
Al final del día por la noche, estaba en “Fabián”, con otra taza
de chocolate puro y buñuelos, pero quien telefoneó en esta ocasión fui yo. Me
divertía pensar en la cara de Adela.
—¡Guido, no fastidies!
—¡Buenas Noches! Cuando puedas le dices al cliente de la
pasamanería que tendrá que acostumbrarse en el sexo de senectud con su señora,
con la mente abierta que no tuvo en su juventud.
—¿Y…?
—Lo que ha notado y que no te ha dicho, es que su dama, su
esposa, a estas alturas peca de coprolalia en los momentos de más cercanía, ya
sabes. Ella se ha descubierto a sí misma con capacidades mediúmnicas y
la siniestra panda de renovación carismática la ha introducido en sus sesiones
sanadoras (que son más bien kardecianas de infestados y ruidosos
espirituales). No sé cómo, pero esta mujer hace lo que nadie: Es Una Escupidera
Anímica. En ella vierten su detrito del karma y ella lo procesa en su vida
conyugal. Pero por el sistema autodefensivo psíquico del cuerpo y la mente,
instintivamente reforzó la faceta de su vida marital que más frágil se
mantenía, la de la coyunda. El que sea soez, es parecido a cayena en un guiso,
revitaliza la parálisis sexual que sufrían en lo privado, aunque en un
principio este santurrón permanece espantado.
—¡Tú sí que parece que hayas esnifado incienso cabroncete!
Mañana el informe en mi mesa.
—No te preocupes. Y recuerda lo que aseguraba aquel francés
célebre -justo lo que han experimentado en la tríada “Renovación Carismática
-Esposa Tristona- Matrimonio de acerba religiosidad”- ...” La materia ni se
crea ni se destruye, sólo se transforma”.
Saldé la cuenta con la camarera y me fui cabizbajo, hacia el cauce
del río, meditabundo en mis cosas, sabiéndome un nuevo Carnacki -el detective
numinoso creado por Hope Hodgson- más que un investigador tradicional, y con
humildad advirtiendo qué suerte tienen conmigo en la agencia, envuelto
eternamente en la noche de esta Epidriápolis ramera que tantos secretos musita
para quien tiene el poder de escucharlos.
¡ Y aquí sigo, S i e m p r e . . . tras el husmillo de algo raro... |
( R e l a t o F i c t i c i o D e I n v e s t i g a d o r e s P r i v a d o s Y S u s C h a f a r d e r a s
y . . . . . T r a g a c á n t i c a s A g e n c i a s . . . . je, je, je, je, je , ji, ji, jee, je, ja, jaaa, ja, ja,,,! )
¡Gracias también, Gran Orson, por ser una de mis inspiraciones perennes...! |
Genial y atrapante historia. Te mando un beso. Enamorada de las letras
ResponderEliminar¡Bienvenida ; Maja! El asunto de detectives siempre me fascinó, y disfruto con las veces en que me puse con mi pluma de ánsar mojada en veneno a lo largo de tiempos recientes. Es más, Soy Un Detective de Mí Mismo y de Mis Demonios Veniales.....
Eliminar¡¡¡¡¡¡¡Recibe Mis Consideraciones Más Distinguidas!!!!!!!
🕴🕴🕴🕴🕴🕴🕴🕴🕴🕴🕴🕴🕴🕴🕴🕴🕴🕴🕴🕴🕴🕴🕴🕴🕴🕴🕴
Lauren Evans pone melodia tan ingenioso relato
ResponderEliminar--un otacusta psiquico-- con tus propias ilustraciones
Juan , que te atrapa desde su primera lectrua , el
argumento de detective de los hechos cobra más
realidad cuando combinas sitios , horas y personajes
que se van sucediendo dentro del mismo...Valencia
ciudad ,Adela la jefa , el verse investigando , acudir
en la noche , carismmatico retiro monacal en abadesa y
al terminar como bien dices ---todo se transforma----
me guato lerlo Juan querido amigo y escritor de situaciones
que abren la vida diaria ...feliz semana y un fuerte abrazo , tu amigo . jr.
Gracias Amigo. Es algo hermoso, me complace ilustrar tanto mis poesías, como relatos, como cualquier otra manifestación escrita con mis propios dibujitos y fotografías. Y si se acompaña con la música que Uno Ama ¡¡¡¡¡¡¡Mejor que mejor!!!!!!!
EliminarValencia satisface tantísimo para Crear, que es una constante fuente de inspiración para Todo En La Vida.
¡Tu cortesía es encantadora!
Recibe Mis Consideraciones Más Distinguidas por todas tus atenciones y que Enero y todo este añito te funcione tremendamente bien...!
Me ha gustado mucho la ilustración. Y el texto da que pensar, y si da que pensar es que tiene calidad, intriga. Me ha gustado. Saludos
ResponderEliminar¡Bienvenida a Mi Horizonte! Es un placer componer viñetas e ilustraciones, que las llevo parejas a mis poesías, textos, y otras gollerías que mi creatividad dispara. Y gracias por recalcar el aspecto que he cuidado con mimo: El de La Intriga, ya lo creo.
EliminarUn Beso.
Juan, se agradece un poco de humor en los escritos, aunque algunos términos no los comprendí del todo, pero san Google venía en mi ayuda y allí podía resolver. El relato entretenido, solo que muy extenso. Me pareció interesante que usaras elementos relacionado con la Iglesia. A modo de sugerencia amigo, podrías haberlo realizado en dos entradas. Sucede que la mayoría de tus seguidores tenemos varios Blogs amigos que visitar y, a mí especialmente, me gusta leerlos a todos por completo para dar una opinión justificada. Solo ese detalle, espero no te molestes.
ResponderEliminarAbrazos amigo Juan
Soy católico practicante y está presente La Religión en mi inspiración, en mis experiencias y un largo etcétera mistagógico. La duración de las entradas depende del género que elija, si divido en partes, lo transformo en microrrelatos y lo desvirtúo, pues es un relato pseudopolicial. Lo que me atribula es pensar que os he restado a vosotras tiempo para ver posiciones más breves de otras bitácoras de compañeras vuestras, y entono el "Mea Culpa". Así pues, me gustan las sugerencias que haces.
Eliminar¡¡¡¡¡¡¡ Abrazos Grandotes Y Amistosos!!!!!!!
Me has sacado sonrisas y risas, Juan.
ResponderEliminarVamos, que he disfrutado leyendo. Atrapada.
Una historia con buen ritmo.
Saludos.
siempre es un placer
ResponderEliminarreleerte Juna tus relatos
poseen emoción y vida
que nos proporcionas
un gran estimulo durante
su lectura fresca de sentimientos...
te deseo Juan una feliz semana
y un fuerte abrazo , tu amigo . jr.
Hola Juan!
ResponderEliminarGracias por tu visita, encantada de conocer tu rincón.
Me quedo por aquí.
¡Bienvenida y este lugar ecuménico te Recibe!
EliminarJ u a n ☕🌏🍀🌿🌿🌿🌿🌿🌿🌿🌕
un dulce tiempo pasar
ResponderEliminary leer tu bello relato Juan
donde el misterio y la vida
se entrecruzan y sus persona-
jes pasan una emotiva aventura...
Juan te deseo una feliz semana
mucha salud , esperanza y cuiida-
do con este intenso tiempo, tu
amigo .jr.
¡¡¡ Muchas Gracias Don J o s é R a m ó n, por su marcado carisma de Entrega a Los Demás, que tan Humano reluce en usted, y con humildad agradeciéndolo tal y como queda patente al leer los amistosos comentarios con lo cuales queda reflejado en Ésta, Su Bitácora Compañera y Pareja en El Camino de La Vida !!!
Eliminar¡¡¡¡¡¡¡Otra Vez Congratulaciones por Ser Así, Tan Ecuménico!!!!!!!👨🦲🌿🌿🌿🌿🌿🌿🌿🌿🌿🌿🌿🌿🌿🌿🌿🌿🌏🌏🌏🌏🌏🌏🌏🌏🌏🌏🌏🌏🌏🌏🌏🌏🌏🌏🌏😃