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M i F e t c h . . . . 💎☯ |
K o
a n [ Paradoja Zen ]
Marçal eligió aquel hotel del Principado porque su
arquitectura se inspiraba en El Himalaya.
¡Oh, de acuerdo, de acuerdo, Marçal “El Gran Grisáceo”, el
mismo que se había enriquecido a costa de La Tríada y otros jefes lumpen de
Valencia, Alicante y Castellón; célebre por su sevicia: …Y también lo escogió
porque el citado hotel era un escondrijo en El Pirineo! Vaya por delante la
virtud maléfica de Marçal y su necesidad de borrarse del mapa durante un tiempo,
pero si algo amaba, lo único aparte de sí mismo, eran aquellas estéticas de
reinos a los pies del Everest. (Pero no viajar allí, porque su “profesiograma”
criminal no prosperaría ni él se lucraría)
En la recepción, sendas esculturas de bestias clásicas de
Nepal basadas en el leopardo de las nieves, recibían al viajero. Las figuras se
esculpieron de forma que parecía que hubiera dualidad mítica diferente en cada
pieza.
Por el pasillo de su habitación, había cuadros de
lamasterios, yaks, y barales azules; aunque su predilecto era un ashram
dibujado donde resaltaban los simbólicos ojos del naljorpa (un yogui
tibetano que, según la tradición secreta, transmuta en ciertas formas, vivas o
no), siempre mirando al recién llegado a las estancias.
Una noche que regresaba agotado del Lago de Las Salamandras
—¡todo buen maloso tiene que mantener la línea por si hay que poner pies en
polvorosa! — juraría que, al entrar en su suite, se giraron las pupilas del naljorpa.
Tuvo sueños felinos, pero más le inquietó en ese mismo episodio onírico, verse
vestido con un kalan azafranado componiendo haikus y ¡saber que también
era cualidad de él! ¡¡¡ Eso sí que no !!! Y se desveló al sentir rasgar en su
puerta. Al abrir, una figura de gran mamífero, depredadora, voluminosa,
observaba envuelta en oscuridad: los ojos zarcos —pero con matices grises como
los suyos— del leopardo de las nieves le saludaban. Hasta que un rayo de luna
de la vidriera esfumó la aparición de ese portento.
Al día siguiente, cuando iba al comedor a desayunar su lapsang
souchong, un gatito negro le hacía carantoñas bajo los cuadros. Suspiró
aliviado rememorando la noche, pero ya razonada.
Las sucesivas jornadas, en contra de sus verdaderas
pulsiones, se dedicó a cruzar a pie la asilvestrada frontera gala por Fontargent,
porque anhelaba aires puros y admirarse por las alturas, la nieve y la
atmósfera en lugar de quedarse quietito en el spa del hotel barruntando
sus próximos golpes. (Entre otras cosas, el brazo de la ley es largo, pero más
el de La Tríada, y cuanto más oculto y paciente estuviera, mejor)
Cerraba los ojos y se veía envuelto en el kalan
azafranado mientras los copos como cristal le azotaban el rostro ¡pero la
sorpresa mayúscula era que en el nuevo rapto visionario, su cabeza estaba
rapada como la de los gurús, su oreja izquierda era la del leopardo y se
asemejaba a las esculturas del hotel!
Todavía sin abrir los ojos, advertía algo grabado en su
frente. Concentró su mente mafiosa y leyó igual que si se observara delante:
“Shambala”
El graznido de los quebrantahuesos—¡en ese momento añoraba el
trisar de las golondrinas mediterráneas, imponiéndose sobre su Super Ego! — le devolvía
a la vigilia, estático sobre la cumbre donde empezaba el declive al lago de
Fontargent, y regresaba entonces apresurado a Soldeu.
Era noche cerrada ante el hotel. No había nadie. Sólo las
esculturas. Una de ellas, aunaba la fiera que representaba mezclada con una
copia de sí mismo, Marçal “El Gran Grisáceo”. En lugar de inquietud, sintió
paz.
Al llegar cada noche a la habitación, la mirada del naljorpa
era ya un ritual. Los arañazos en la entrada de madrugada, incomprensiblemente,
música para sus oídos. Ni se molestaba en abrir la puerta, porque le aguardaban
sueños azafranados abrigado con el kalan y componiendo los haikus y tankas que
nunca recordaba. El otro Marçal quizás estuviera acechando en su cerebro, igual
que él se albergaba en el hotel para esconderse de sus enemigos.
Los días restantes, ante su pasmo, no echaba ya la Beretta
92 en la mochila durante el senderismo por los lagos. Y no tenía otra cosa
en mente que regresar a la civilización —aunque no a Valencia y su nido del casco
antiguo donde residía en un palacete camuflado—y comprar libros de Taneda Santôka
y Basho. Y creía, que para empezar, estaría bien vivir en Málaga.
La última noche en el hotel, el cuadro del ashram no
mostraba otros ojos dibujados que no fueran los suyos, aunque uno gris y otro
azul. Pensó: “Tengo el síndrome de Ashler, pero de varón” Y se carcajeó
por la invención de la ocurrencia. “¡Hasta el inicio es gemelo con Ashram y
también la igualdad en el número de letras!” Y ya no testimonió sueños ni
ruidos.
Aunque, en recepción, al salir el día siguiente en pos del
meridión de España, envidaría a órdago a que las esculturas del mítico leopardo
de las nieves se movieron hacia él, sonriendo con ojos de naljorpa.
Y lo más extraño es que su mente clamó en perfecta fusión con
la interioridad que atesoraba en el alma, con sumo arrobo, un koan
propio e improvisado recitado cual mantra….
Sueña en los montes
Siendo hombre o cerval gato
Serás siempre otro
Y no.
Supo después de todo que no.
No marchaba a Málaga.
Iba en busca de su Shambala.
Y de los dos, únicamente iba él.
[ Relato de Novecientas palabras exactas para la lid
literaria de "El Tintero de Oro" ; 40 Edición, MMXXIV,
J u a n E l P o r t o v e n t o l e r o 🏞 🏯 ¡ 🕴 ! ]
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Filmina de la película "Lost Horizont" |
El colofón ideal, es algo de la música de uno de mis films predilectos:
" L o s t H o r i z o n t " de Frank Capra
pues me procura tener siempre presente a S h a n g r i - L a . . . . .
(esencial en su simbología en el texto que comparto con quienes deseen aproximarse a este A s h r a m literario mío. Además la banda sonora era de Dimitri Tiomkin, perfecto para la sutil evanescencia.....)
¡¡¡¡¡¡¡ N o s V e m o s E n E l K a r a k a l . . . . !!!!!!!
Aunque parezca extraño, aún no he podido entender cuál de los dos miembros de la dualidad es mayor, si el Bien o el Mal. Más aun cuando he mirado por horas (y días enteros) el símbolo del Yin y el Yang. Y a pesar de las advertencias del sabio Mani, he decidido observar durante siglos esas palabras :
ResponderEliminarSueña en los montes
Siendo hombre o cerval gato
Serás siempre otro
Y he descubierto que tu historia habla de mí, del hombre que encontró su verdadero ser en la sabiduría oriental, o quizás sea yo un simple reflejo creado por Marçal, porque sé que en el Tíbet hay alumnos de lamas capaces de emanar egos y energías que luego tienen vida propia, a lo mejor me he desprendido de Marçal y no lo sabía. (Y que los maestros lamas sonrien con picardia al recordar cuendo ellos mismos daban sus primeros pasos de Iniciacion)
A lo mejor debo también seguir una Senda para encontrar mi único SER, el que siempre fui.
Pues que gran disfrute leer tu texto que me ha llevado a esas tierras exóticas en donde hay sabiduría, leyenda y .... PELIGROS para el Ego.
Estoy seguro de que muchos se deleitaran en estas letras que bondadosamente nos dejas y de las cuales aún tendremos que desenterrar ciertos misterios porque cada línea es un universo.
De seguro Marçal aceptara de buena gana reunirse conmigo en Málaga
😂😂😂😂😂🌏🪔 ¡¡¡¡¡¡¡ Cómo Me alegro de tu identificación ontológica con la historieta, apreciado H u g o, Por mi parte, sé, que si algún día Los Hados y Dios Nuestro Señor Rey de Los Ejércitos lo consideran oportuno, viajaré Allá. Y puedes apostar, como bien dices, que Málaga,en efecto, no tiene desperdicio.
Eliminar¡Recibe Mis Consideraciones Más Distinguidas!....
O m M a n i P a d m e U m
Me gusta esta filosofia del Zen y sè que no es tan simple ni sencilla de digerir si no se pone la.suficiente atención hasta para el gato
ResponderEliminarAlguien dijo-creo que fue Napoleón Bonaparte-que "Hombre Occidental, Tu Miedo a Oriente ¿es a dormir o a despertar?
EliminarEstoy super de acuerdo con tu reflexión
¡Qué maravillosa inmersión en el misterio y la riqueza lingüística nos regala este cuento! Despliegas una habilidad magistral para tejer una trama envolvente donde el protagonista, "El Gran Grisáceo", se sumerge en un mundo de dualidades, mitos y símbolos en un hotel que encierra más de lo que parece a simple vista.
ResponderEliminarQuiero ya irme al Himalaya
Hay mucho de fetch y doppelgänger y otros binomios psíquicos muy chulos. Gracias por aproximarte a mi reconditorio literario.
EliminarEl hotel y los parajes mencionados en El Principado son reales y enigmáticos ; ideales para la inspiración y relevantes, muy relevantes en mi feliz existencia de tanto que he acudido.(también todo el atrezzo descrito decorativo en los pasillos de la habitación y en recepción, es tal cual lo he compartido)
¡Arribotas a Shangri-La!
Me has dado muchísimo trabajo, Juan querido! En materia de Zen y cuestiones aproximadas, soy una ignorante total. Mis caminos meditativos en busca de cierto Guardián y cierta Puerta tienen mucho más que ver con Kafka por ejemplo. Con esto, lo que quiero decir es que admiro este maravilloso trabajo de tejer entre culturas y seres divido-unidos, sin saber si lo he comprendido todo. Como decía un amigo muy querido: "todo está siempre después de la próxima colina".
ResponderEliminarSiempre con admiración y cariño.
(me he sumado a tus seguidores pero google ha puesto mi nombre legal. A ver si me descubres en la dualidad!)
Queridísima J u a n a : Tengo tendencias argumentales inusuales y comprendo sin que sea capidisminutivo para ti que puede que no te suenen (Kafka también lo adoro) Y en cuanto a la comprensión, no es para preocuparse : Fallo mío seguro, de absolutamente delirante cuando me pongo a escribir abducido por algo que me absorbe tanto como lo agreste y mis aventuras. Sé que es delicioso contar con una compañera literaria como tú, y para mí, no posees ningún defecto. Sin embargo, yo sí estoy bastante y felizmente chiflado😎💎
Eliminar¡¡¡¡¡¡¡ No sabes qué HONOR siento al ver que me has seguido, procuraré hacer lo propio en tu bitácora, aunque me parece que no tiene panel para poder hacerlo!!!!!!!
Tu Seguro Servidor .... J u a n
Muchas gracias, Juan, por participar con este relato en el homenaje a Italo Calvino y el El vizconde demediado. ¡Suerte!
ResponderEliminar¡Gracias a vosotros y de forma concreta a ti por elegir éste en el que nos vemos inmersos!
EliminarDe igual forma , gracias por tu seguimiento, Es Un HONOR; procedo a la misma sinceridad entre tus seguidores en tu propiedad literaria.
J u a n E l P o r t o v e n t o l e r o
Un relato enigmático, cargado de simbolismo y del espíritu de la filosofía oriental que lo recorre. Muy bien representada la dualidad interior del personaje. Estupendo, Juan.
ResponderEliminarHola Juan enhorabuena por tu relato que me ha hecho saltar de Haiku en Haiku y de Koan a Koan. Muy bien mezcladas las dos realidades y dos mundos y miles de vidas. Y llegar al final y encontrar el camino de Shangrila. Horizontes perdidos también es de nuestras pelis de cabecera y el libro también gracias por mostrarnos el camino. Un abrazo.
ResponderEliminarHola Juan. Tus relatos son siempre un compendio de palabras nuevas y hermosas que descubrimos diccionario en mano (virtual en esta era digital). El tal Marçal, que solo buscaba esconderse del mundo, terminó por encontrar un nuevo Marçal escondido en su interior, su yo auténtico y sensible, entre el paisaje pirenaico y ese hotel lleno de elementos de la cultura tibetana que parece que lo arrastran a una conversión espiritual, y la magia de los sueño que lo va envolviendo. Hasta te has permitido un guiño a Mazinger Z (no puede pasar desapercibido para los que tenemos unos años) mentando al Barón Ashler, pero con v. Me ha encantado la frase que cierra el relato, de los dos únicamente iba él, metáfora de la dualidad del alma humana y de la metamorfosis interior que vivió el personaje. Un abrazo.
ResponderEliminar¡Je,je,je! Es cierto, yo soy de esos que "tienen unos años", ja,ja,ja; y lo del Barón Ashler, es perfecto porque está tan demediado como Medardo y me vino al pelo: Ashler era dos mitades, una Hombre y otra Mujer, y Marçal hace hincapié con lo de varón por ser él un hombre absolutamente y porque es la misma palabra significando otra cosa que no tiene que ver con título nobiliario variando sólo de "B" a "V" . Ya has visto que vivo apasionado también por El Orientalismo clásico, tanto en poesía como en cultura general; te cuento esto porque el arte pop de Japón o China no me gusta nada, pero a pesar de todo, Mazinger es la única excepción, aquello me subyugó bastante.
EliminarHola, Juan. Referencia a Mazinger Z aparte, me ha encantado reencontrarme con el bueno de Basho, a quien tuve el honor de descubrir en la aventura de James Bond, Sólo se vive dos veces (en la literaria de Fleming, por supuesto).
ResponderEliminarNuestro protagonista descubre su naturaleza buena durante su exilio forzoso, y una vez completo, va en busca de Shambala.
Un buen trabajo para este complicado reto. Felicidades.
Solo sé que no sé nada… que diría… y esta lectura de la paradoja Zen da la medida de mi ignorancia, sobre todo porque sé que me estoy perdiendo profundidades y estudios del medio que dudo que a estas alturas pueda alcanzar, y confieso, admirado Juan, que esto me da mucha rabia y sed de conocimiento, porque estoy segura que toda “las claves” de tu saber lo has puesto a pie de la literatura y de este relato en concreto.
ResponderEliminarNo se me escapa ni lo bien, muy bien, que escribres, ni tu inteligencia, ni tu ironía en algunos de los pasajes, ni sobre todo tu camino espiritual. “Mea culpa” Te felicito y te envidio (Una envidia mú verde y mú mala)
Un cariñosísimo abrazo, Juan.
¡Ufff!¡ Menos mal que he conseguido algo de tiempo para comentarte una cosa....!....
Eliminar...¡¡¡ Tú eres muchas cosas maravillosas, y desde luego, ignorante JAMÁS !!!...
Cuando algo así acontece (y creo que ya lo he reflexionado a alguien por ahí arriba) no es culpa del lector, es culpa mía. A la postre, escribimos para compartir con personas, si no se hace comprensible, es SÓLO mi culpa. Soy demasiado excéntrico (¡pero no me va mal 😂😂😂!) Por tanto, me pongo a Tus Pies, sin dudarlo.
Porque además, y con esto termino para no aburrirte, de ser virtuosa con tu estilográfica, eres sincera y humilde (que para mí, es la cualidad de La Sabiduría)
¡"Febrerillo El Loco" y Yo...S o m o s D o s, 🤣🤣🤣🤣🤣 !
Recibe Las Consideraciones Más Distinguidas de.....
...J u a n E l P o r t o v e n t o l e r o .
Primero de todo, disculparme por la tardanza en dejar un comentario en tu post: pese a que lo leí cuando lo publicaste, no he encontrado momento apropiado para escribirte hasta ahora. Me ha gustado mucho este relato con el que has decidido presentarte al concurso. Tienes mucho talento para crear el ambiente y el misticismo propios de la cultura oriental y el lector se ve envuelto por completo en la situación del protagonista. Resulta muy interesante observar la escisión de personalidad que sufre Marçal y la manera que tienen sus dos versiones de pugnar entre ellas. En conjunto es un relato misterioso y diferente que me ha encantado. Y por supuesto la música y el dibujo son el colofón perfecto para tu post. Te deseo mucha suerte en el concurso, espero que haya buen resultado, porque desde luego este relato lo merece!! 🥰💛
ResponderEliminar¡Un abrazo grande!
¡No te preocupes, esto no es una ciencia exacta ni está sometido al estrés de fuera de nuestras literaturas, eso es lo bonito! Cada persona acude cuando desea, e incluso, puede no desear acudir y tan amigos!!! (¡Además, concretamente tú, tienes bula papal!)
EliminarGracias por tus atenciones y por haber buceado en el intríngulis de este carisma oriental, Marçal desde luego es alguien que tiene "miga". Es un cruce entre un "fetch", un distorsionado en "ventana temporal", un simple "Ido Tradicional", Un William Wilson Allanpoesco y un maloso multidireccional. Podría decirse que que es como aquel viejo juguete de un caleidoscopio, pero en persona. El lugar, por cierto, es real y se sitúa en El Principado, y los ojos del naljorpa también son reales. Y otra cosa, lo de menos es obtener buen resultado -aunque a nadie le amarga un dulce-lo que sucede es que un errabundo como yo, se encuentra plácido en "El tintero de oro".
Bueno, y ya ves que no puedo parar de dibujar y aportar buena música. El libro de James Hilton de "Horizontes Perdidos" me lo he zampado a lo largo de mi vida seis o siete veces. Te lo recomiendo para antologarlo en tu excelente bitácora.
Y nada más, recibe mi ósculo más perfecto y más admirativo.
💋🕯
¡Fabulosa manera de terminar! “De los dos, iba solamente él”. El verdadero, el que ni es uno ni es otro.
ResponderEliminarEl koan es una preciosidad, un verdadero koan, porque su desconcierto lleva al final: Él es “otro”, el verdadero. La frase final también es otro koan… Y eso, para mí, es la guinda de este bello relato de autodescubrimiento.
Ese hotel en el Pirineo, tierra de armonizaciones sin duda, hizo al truhan encontrarse con su alter ego (una manera de lo más original de presentarlo, mediante ese monje y ese tigre en forma de visiones, y sobre todo, ese naljorpa, que no era sino él mismo que al final mira por sus propios ojos. Muy bueno todo lo referente a la cultura del budismo tibetano (nos llevas a pensar en una reminiscencia de otra vida) así como a la exquisita poesía japonesa.
Los extremos se unieron en un pequeño rincón del Pirineo que une con la mítica y maravillosa Shambala a través de la frente del protagonista. Viva lo inusual, y más si es trascendente!
Abrazo grandote :)
P:D: Peli apuntada :)
Hola, Juan. No conozco la filosofía oriental, pero me ha encantado tu relato y ese descubrimiento paso a paso narrado con gran maestría.
ResponderEliminarUn abrazo
Hola Juan, es muy bueno tu relato, me gusta todo lo oriental, aunque no sé mucho de su filosofía, es una asignatura pendiente para mí.
ResponderEliminarMe gusta leer y a veces practico a escribir haikus y tankas.
Realmente muy interesante es tu relato, saludos.
PATRICIA F.
Hola Juan reconozco que de la filosofía Zen" poco se o no se nada " que diría el poeta, pero también reconozco que el relato es muy bueno, aunque para mí difícil de entender .
ResponderEliminarUn abrazo
Puri
Hola, Juan. Aquí otro ignorante que no sabe casi nada del tema, pero que queda igualmente hechizado por tu prosa y esa frase genial («Y de los dos, únicamente iba él») con la que rematas tu relato. Enhorabuena. Un saludo y suerte en el concurso.
ResponderEliminarCon qué riqueza expresiva nos vas llevando por esos mundos de la cultura milenaria budista, como si se tratase de una vida anterior, para encontrarse en un hotel de los Pirineos, que nos lleva a la mítica Shambala: el Sancta Santorum, la morada del Altísimo. Pero hacia allí, de los dos Koan va solo uno, el auténtico. Maravilloso cierre, para un relato tan rico como complejo en tan solo 900 palabras.
ResponderEliminarSuerte y saludos.
Hola.. tremenda inmersión en las aguas de la filosofía oriental la que nos das con este hermoso relato... me ha gustado mucho . ¡Saludos!
ResponderEliminarEl Barón Ashler me sonaba de algo, y en los comentarios he hallado la respuesta. El personaje me impactaba de pequeño, porque cuando la cámara le grababa de perfil hablaba con el tono de mujer u hombre, según el plano, pero si era de frente tenía ese tono difónico de ambos sexos, jejej.
ResponderEliminarBueno, Juan, tu relato es un regalo, un trabajo que me lo he leído unas cuantas veces, pues tiene micha fuerza y profundidad. Me encanta mucho eso del yin y el yan, aunque no sé mucho. Sí que soy aficionado a algún autor japonés que lo desarrolla a su modo, pero no es algo tan profundo como lo expones. Una genial alegoría del ser malo que, en este caso, no vive en el prota, sino del revés; el malo es el que esta afuera y es el bueno, el que vive adentro, el que trata de darle parte de esa dualidad, que sea más menos malo, o una mezcla más hetereogénea. Es un placer y que abruma con tanta palabra dificultosa para una persona de vocabulario pobre como yo, pero se agradece siempre tener a mano un diccionario, jejeje. Me gustó mucho la trama utópica o optimista con que nos dejas, yo cuando me ponen a elegir, siempre gana el malo, y a veces que lo haga el bueno no viene mal.
Genia aporte, compañero.
Un fuerre abrazo!
Hola, Juan. Una historia tan completa en su ambientación como rica en expresiones y que la hacen todavía más misteriosa e intrincada. Eso te lo dice mi lado bueno, el otro, el pillo y retorcido, piensa que tu protagonista se fumaba algo antes de dormir, que lo ponía en trance hasta que acabó como una maraca cambiando su destino por la chaladura.
ResponderEliminarSaludos y suerte.