![]() |
Granja misteriosa y desalbergada de Rilhac Lastours, France. |
La pasada luna llena me sorprendió en La Francia profunda (de allí seguí mi recorrido por otras partes del país e incluso sigo por los Pirineos de uno y otro lado) Era un territorio de pequeñas aldeitas muy cuquis inmersas en profundos bosques. Las antiguas casas de mi familia donde residíamos, se prestaban a la ensoñación. Y disfrutando La Luna Llena, nos dio a la mitad de quienes allí estábamos ( ocho personitas de un total de trece de la Gran Reunión Generacional)por investigar una gran casona que todavía está por restaurar, y según los oriundos del lugar, alberga fantasmas inocuos ( o que de momento no tienen nada contra los humanos)
Subimos por la escalera –tal como se puede ver en la viñeta que he compuesto como homenaje a la anécdota– y aunque la primera en abrir la vieja y dañada puerta fue mi hermana (la cuarta de los seis hermanos aunque iban otros familiares) yo iba detrás deseoso de llevar a cabo mis tareas de detective psíquico al estilo de Carnacki. Pero tan pronto hubo un resquicio salió estrepitoso un mochuelo que se introdujo por mi cuello y se albergó en mi espalda entre mi piel y la camisa. La luna llena y sus pálidos colores poco sirvieron para que nos diéramos cuenta de que no era un murciélago, ávido de mi excelente pellejo, sino ese avecilla nocturna que estaba más asustada que yo. Me detuve en seco presa de un miedo controlable –y sé lo que digo porque con que me hubiera movido por la sorpresa hacia atrás, dos o tres personas posicionadas a mi espalda habrían caído de la elevación a la oscuridad de ese rincón fatuo sin claro de luna–y No sé con qué buena fortuna extraje al rapaz alado sin saber lo qué era y sin dañarlo. Tan pronto se vio libre de la jaula de mi camisa, pareció que se iba a ir al exterior, pero regresó a la oscuridad de la casona.
Decidimos no asustarlo más (aunque mi hermana me detuvo para que no accediera yo a las dependencias restantes del siniestro edificio) y que recuperara su aliento y se escondiera en los entresijos de los macilentos muros.¡Pobrecillo! Después, allí mismo con la poquedad de una linternilla que portábamos, verificamos en mi ireneica espalda que el mochuelillo no me había dañado en absoluto a pesar de sentir yo su pico y sus garritas.
De hecho, lo mejor, es que en ese sentido, me fundí con el animalillo y me identifiqué como mochuelántropo. Pensaba en ello las restantes noches, quizás él se llevó mi temor, y yo parte de la oscuridad de Su Ser......¡y me gusta sentirme nocturno rapaz incluso cuando es vigilia!
Fue aquella noche, que prometí que compondría este esbozo homenaje a mi mochuelo y a mi hermana ( de manera principal, mas, por ende, homenaje a la totalidad de Los Trece familiares que allí gozábamos el apartamiento del mundanal ruido) y ....¡también a los demás animales restantes acechantes en la nocturnidad vegetal de la inmensa granja por cómo los alteramos con nuestros gritos ante lo desconocido –hasta que se averiguó el intríngulis mochuelil–y sobre todo cómo ladraban los canes.
Mientras tanto, podéis llamarme, a estos efectos de zoantropía psíquica, Le Cholán.
Yo, sigo a La Mía. [ ❤️ ] . . . . . . 😂 😂 😂 . . . . . . . 😇
Un Vers, s'il vous plait . . . : avec mon amour
à Rilhac Lastours
Post Scriptum : La viñeta se la enviaré a France de regalo a mi hermana. 🇫🇷
¡¡¡¡¡¡¡ Potztausend !!!!!!! 🤣 🤣 🤣 . . . . . . . C'est si bon, Je suis Le Cholán !!!!!!! [en Román Paladino, Hombre–Mochuelo ]