miércoles, 17 de enero de 2024

"El infierno es un lugar muy frío"

 

¡¡¡¡¡¡¡ ...Y no escuches ningún toque de corneta...!!!!!!!


Este es mi pingüino "Resoli" y remeda al real, que debe andar a lo petimetre por La Antártida por cuenta de los militares de la base Gabriel de Castilla próxima en el continente helado. La campaña de adopción de pingüinos ya pasó, pero seguro que "Resoli"sigue díscolo y traviesón, y espero que por los mismos lugares, que en mi loca imaginación yo estaría de tener la posibilidad de viajar Allanpoescamente a tan legendario enclave.

"Resoli" no obstante está algo medroso, por lo que voy a reseñar a continuación (no de balde los pingüinos son muy sociables entre ellos), y es que ni más ni menos se trata de un libro fenomenal, concretamente éste......


La foto de la portada es Adrien de Gerlache con un pingüino emperador atrapado en la banquisa. También en su interior aparece un sobresaliente testimonio gráfico. Hay que reconocer que la editorial Capitán Swing, trabaja sus ejemplares.





. . . . 🐧* U n  M a n i c o m i o E n E l F i n  D e l  M u n d o *.🐧


En pleno aquilón de comienzos de año, es un verdadero placer arrancar con las primeras lecturas intensas de libros. Entre los que llevo, voy a dedicar esta entrada bitacoreña a uno recién terminado.

Se trata de “Un manicomio en el fin del mundo” del reportero norteamericano y afincado en Nueva York Julian Sancton.

Me lo regalaron los Reyes Magos que los muy pícaros saben de mis gustos extravagantes, porque versa sobre la expedición histórica de Adrien de Gerlache de Gomery en su barco “Belgica” hacia La Antártida justo a finales del siglo XIX para realizar numerosos estudios de toda clase y lograr abrir una nueva vía en el continente helado donde nadie hasta el momento hubiera accedido, para mayor gloria de su patria belga. ¡Un Libro ideal para estas fechas!

Formó el cuadro de mandos con un teniente de artillería; un químico y geólogo polaco; un zoólogo rumano; el célebre explorador noruego Amundsen como primer oficial; otro teniente de la marina belga (quien era con rango de capitán del barco, la segunda autoridad a bordo tras el comandante Gerlache) y el médico neoyorkino Frederik Albert Cook. Después, con marineros en diversas funciones, la tripulación completaba diecinueve hombres.

La verdadera odisea que vivieron todos ellos fue espeluznante. Era una misión y un anhelo (sobre todo de Gerlache) donde todo lo que pudo salir mal, salió. El caso es que salieron de Bélgica hacia enero de 1897 y su derrotero fue por todo el continente sudamericano con muy diversas escalas por motivos logísticos en puntos geográficos hasta llegar a fines de año a Argentina y a Tierra del Fuego. De allí tardaron siete días en cruzar desde la última civilización de la “Isla de Los Estados” hasta los mares antárticos, hasta que llevados por la desmedida pasión del comandante del barco, hacia marzo de 1898 quedaron embarrancados en la banquisa del Mar de Bellingshausen (ni más ni menos que la placa de hielo que recubre casi todas las aguas del polo sur que varía su grosor de dos metros a más de cuatro incluso) hasta marzo de 1899. ¡El regreso fue pírrico!

El libro narra las consecuencias que el aislamiento prolongado y sometido a situaciones extremas tiene sobre el ser humano. Tuvieron que luchar contra la congelación, el escorbuto, la correcta distribución de alimentos, la temporada de marzo de 1898 a julio de ese año con ausencia de luz solar; pero sobre todo tuvieron que empeñarse con tesón en luchar contra la locura que ser reos del hielo les produjo.

El autor se basó en las cartas y testimonios de todo tipo redactados que bastantes miembros de la tripulación redactaron e investigó en multitud de archivos en Bélgica. Además, se costeó un carísimo viaje a La Antártida, por así decirlo, la poca que existe autorizada (¡que es nada prácticamente!) para ponerse en situación y que es la más pegada a Argentina.

El doctor Cook fue esencial para el mantenimiento de ciertas disciplinas sanitarias en el barco, porque descubrió, que aparte del zumo de limón, para luchar contra el escorbuto les favorecía la carne de foca y de pingüino, pero el problema es que había que comerla poco hecha ¡y hasta el propio comandante De Gerlache —muy afectado durante el extrañamiento del “Belgica” por escorbuto y tremendos psiquismos mentales raros y no diagnosticados—se negaba a incluirla en su dieta. Al parecer la carne de pingüino emperador, es muy oscura con sabor a pescado rancio; a la tripulación les sabía a la vez a pez y ave, con un toque intenso de carne de caza. La analogía era ternera, mezclada con bacalao de fuerte olor y pato de lomo marrón asados en un pote con salsa de sangre y aceite de hígado de bacalao. Y además el olor a guano era insoportable. Los pocos que seguían la prescripción sanaban con rapidez. Para cazar los pingüinos de Adelia, uno de los marineros tocaba una corneta desde la proa del barco ¡y los pobrecitos acudían embobados a la emboscada desplazándose por la banquisa! Amundsen tenía la teoría de que eran animales musicales. 

Otra de las terapias de Cook, era “El paseo de Los Locos”. Hacía andar a los hombres de la tripulación (todos sin excusa salvando a los enfermos, claro) una hora alrededor del barco para el bienestar general del cuerpo, pero sobre todo el beneficio mental y que distrajeran sus saturninos pensamientos, todos ellos macabros y antisociales por la situación única experimentada. Con todo, uno de los marineros, Adam Tollefsen “El loco”, regresó a la civilización perturbado de por vida.

Las terapias lumínicas también tenían lo suyo, pero bueno, hay que leer el libro para sorprenderse. Es impepinable que Cook, estuvo al pie de su juramento hipocrático, un ejemplo mayúsculo de persona.

El estilo del autor del libro es ligero y ameno, no exento de enriquecedor por lo muchísimo que se aprende sobre biología, zoología; con las anécdotas que refiero no destripo nada del argumento—todo real de las vicisitudes que padecieron—porque cada capítulo aporta curiosidades descomunales. Por ejemplo cuando entona las alabanzas del limón en 1795, informa de que a pesar de todo, La Marina Real británica, por reducir costes sustituyó los limones del Mediterráneo por lima de Las Indias, provocando graves crecimientos del escorbuto ya que no era ni mucho menos tan eficaz como los productos del Mare Nostrum (¡je,je,je; como en estas costas españolas y europeas nuestras no existe nada, je,je,je!)

Desgraciadamente hubo dos fallecidos. El primero de ellos, antes de quedar atrapados en la banquisa de Bellingshausen, el marinero noruego Wiencke, como consecuencia de un golpe de mar en el temporal deletéreo que antecedió a los citados hechos, perdiéndose en el mar proceloso hasta desaparecer. Y por escorbuto, el teniente Danco de la marina belga (el primero con quien De Gerlache preparó la expedición; además eran amigos de la infancia)

Este libro entra dentro de mis pasiones extrañas y particulares, las que además son esenciales para mis inspiraciones tanto en prosa como en verso, porque me recuerda a otra gesta, la de Raymond Rallier du Baty y su periplo de quince mil millas hacia Las Islas Kerguelen a bordo de un queche desde Francia (de hecho recomiendo vivamente también leer su libro “Aventuras en Las Kerguelen”, bastante difícil de encontrar, pero se puede ¡¡¡¡ es más, si me acuerdo y tengo tiempo, haré una reseña con el que tengo en mi biblioteca!!!!) Las Islas Kerguelen, antesala del mar antártico, se instalaron en mi mente por mi pasión por Poe y Verne — y ellos también están muy presentes en las referencias del libro sobre “El Belgica” y las cosas que ocurren—

Precisamente en el informe de la expedición de lo acontecido sobre Tollefsen, aparecen unos términos que no parecen ni oficiales, más bien dignos de Edgar Allan: “/…ante la presión constante del hielo, sucumbió al horror y enloqueció al contemplar el sobrecogedor espectáculo de lo sublime, aterrado ante el destino que no dejaba de acecharle” ¡Uno no puede por menos que recordar al Allanpoeño “Arthur Gordon Pym” y también a “La Esfinge de Los Hielos” y "El faro del fin del mundo" de Jules Verne!

Para terminar, aunque es difícil escoger una, voy a elegir mi palabra predilecta (ciertamente la única que desconocía-ya son muchas tablas a lo largo de los años batiéndome el cobre con el maravilloso léxico-) de las que me aportó la novela :

    "Polinia" [¡no tardará en caer en alguna de mis composiciones  🤣🤣🤣 ! ]

¡Y el título de esta entrada, es frase del Doctor Cook en sus memorias antárticas!

En suma, la única calificación que merece el presente libro….es…

MATRÍCULA DE HONOR.





Los habituales descritos en el libro, son los pingüinos barbijos, emperador y juanito.¡No es difícil averiguar mi pingüino  "Resoli" a qué casta pertenece😂! 


¡ A u d a c e s

                 F o r t u n a

                               J u v a t !




Post Scriptum : ¡ Y Tú, Resoli, ya puedes volver a las promenades sin miedo por toda la casa, La Antártida y las cacerías para sobrevivir quedan muy lejooooosssss 🤗🌏💎🐧.....



 

6 comentarios:

  1. Parece un buen libro. Gracias por la reseña. Ame al pingüino. Te mando un beso.

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    1. ¡ Pues sí, es una obra que no tiene desperdicio!
      "Resoli" y Yo te mandamos recuerdos.🐧

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  2. La expedición histórica de Adrien de Gerlache de Gomery en su barco “Belgica” hacia La Antártida me atrae especialmente ¡Formó parte de ella el célebre explorador noruego Roald Amundsen como primer oficial! Todo un lujo al tratarse de quien descubrió el Polo Sur hace un siglo.
    Dices que en la expedición de Gerlache “todo lo que pudo salir mal, salió”. Eso me recuerda a lo sucedido con la expedición de Shackleton, el explorador irlandés de la Antártida, que pretendía cruzarla de lado a lado y tuvo la mala suerte de que su barco “Endurance” se hundió entre gigantescos bloques de hielo.
    Veo que el Dr. Cook fue una pieza clave para preservar la vida de algunos miembros de la tripulación. Su terapia de “El paseo de Los Locos” también parece que fue decisiva para mantener la salud mental. Encomiable labor.
    Resulta poética la teoría que cuentas de Amundsen de que los pingüinos eran animales musicales.
    Me apunto como de inminente lectura el libro “Aventuras en Las Kerguelen”, dime si puedes dónde puedo encontrarlo.
    Me ha fascinado el contenido de tu post. Gracias a tan buena reseña me animaré también a leerlo.
    Un cordial saludo, compañero escritor.

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    1. Lo de Shackleton y su "Endurance" también fue de traca!!! la verdad es que los hitos relativos a La Antártida prácticamente estoy documentado al hilo de todos. Amundsen y Cook, en lo tocante al "Belgica", junto al capitán Georges Lecointe, fueron tres de los grandísimos y tenaces héroes que eran el esqueleto mental de la fortaleza que había que transmitir al resto de la tripulación, Juntos se autodenominaron "La Orden del Pingüino" porque eran los únicos en desplazarse a pie por experimentos y otras cuestiones de intendencia del barco, con riesgo continuo para sus vidas; se hicieron de broma hasta unas escarapelas. Pero el preparado para los mayores dolores y esfuerzos, era Amundsen, era un auténtico titán. Quien por cierto, murió años más tarde en la aureola de leyenda que siempre le nimbaba: En una de las expediciones al centro magnético (previamente alcanzado por él y sus propios científicos-marineros) del Polo Norte, desapareció la avioneta en la que iban y no se les recuperó ni a ellos ni al aparato. ¡¡¡¡¡¡¡Nunca más se supo!!!!!!!
      La lectura de este libro es contundente, se queda uno ante tamaños hechos, trastornado. A mí siempre me atrajo más La Antártida que El Norte.
      Te proporciono en relación a "Aventuras en Las Kerguelen", mi propia adquisición -que es la única que se puede obtener en librerías de lance (¡soy asiduo de estos establecimientos!)-...
      ...toma nota : Primera Edición del año 2000 en la antigua Editorial Juventud [¡¡¡Qué gran editorial por cierto!!!!] de Raymond R. du Baty quien escribió la obra de su propio periplo a principios del siglo XX ¡¡¡¡¡¡¡ No entiendo como magníficas piezas como estas no se rescatan hoy en día con frecuencia!!!!!!

      En fin, con ambas, te lo pasarás bomba, amén de que es como viajar allí..........y eso........entraña riesgos...... 🕵️‍♂️

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    2. Pásate por mi blog y comenta lo último. Creo que te gustará.

      Por ejemplo:
      https://marcosplanet.blog/trasgoazul/

      Saludos.

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  3. Gracias, amigo, por la información. Respecto a Editorial Juventud, han editado en 2007 y 2011 el libro del navegante almeriense Juan Antonio Martín Cuadrado titulado: "Vagabundo, un sueño en el horizonte", que habla de la aventura de este hombre haciendo, en solitario, la travesía del atlántico en un velero monocasco de 8 metros de eslora, desde Lanzarote hasta las islas del Caribe. Una hazaña que ha repetido 14 veces. Le conocí a través de podcasts de radio y decidí escribir un relato de los míos basándome en cosas que aprendía sobre navegación y rutas escuchando su testimonio. El post lo he dividido en dos partes y se titula "El Mar de los Sargazos. Una aventura atlántica". Espero tus comentarios como agua de manantial.

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